viernes, 29 de febrero de 2008

miércoles, 20 de febrero de 2008

El REGIONAL


Hoy que todo el mundo habla de la inauguración del primer viaje del Ave Barcelona-Madrid, yo no puedo dejar de pensar en el Regional Barcelona-Lleida... cuántos recuerdos...

Durante cuatro años lo cogía dos veces a la semana, los domingos a última hora de la tarde y los viernes al medio día o a la tarde (según los horarios de mis clases). La verdad es que era toda una aventura.

Los mejores años del Regional fueron los dos primeros años, el tren se llenaba de universitarios y la fiesta y el cachondeo estaba garantizado (hasta teníamos un viejo verde al que al final toreábamos como queríamos), con esos asientos acolchonados que tanto nos aliviaban cerca de 4 horas de viajes. Pero los últimos años ya fueron más tristes, la gente comenzaba a coger el autobús o el coche y encima cambiaron el tren (hasta nos ponían cercanías para todo el trayecto). Incluso yo llegué a estar completamente sola en el vagón en muchas ocasiones.

Recuerdo que ya comenzaba a circular un rumor en el que se afirmaba que en unos años cambiarían el Regional por el Ave, y que llegaríamos en un momento a Lleida (estoy hablando del 2000-2001)... qué recuerdos...

En fin, supongo que cuando la añoranza apriete, siempre coger el Ave y plantarme en la capital del Segrià y perderme entre la niebla mientras me voy comiendo una sabrosa manzana.....

viernes, 1 de febrero de 2008

CARNAVAL


Es curioso como con el paso de los años, la ilusión que provoca disfrazar con motivo de la celebración del Carnaval se puede ir perdiendo….

Yo recuerdo algunos de mis disfraces más “emblemáticos”… como fueron: ir de sol, arlequín, metalúrgico (con la copa de trabajo de mi padre), de sevillana…. Pero el más repetitivo ha sido, y es, el de VAMPIRILLA… ji,ji… como no…

Únicamente durante estos días puedes vestirte, maquillarte y “transformarte” en quién quieras (sin olvidar la Fira Modernista que también me ofrecía esa oportunidad) y sentirte diferente. Miras a la gente de reojo para vislumbrar miradas de curiosidad que suelen acabar en una sonrisa en los labios de quién te observa.

Pero es extraño como el pudor y en cierta manera, la sensación de vergüenza, puede ir matando la ilusión a esta vieja alegría de querer disfrazarse y disfrutar de la fiesta.

Pues yo, aunque sea a pequeña escala, me suelo poner alguna camiseta algo friki y con un maquillaje algo diferente, a lo habitual, y lo disfruto como una chicuelilla!!!!

Viva el Carnaval!!!!!!!!!!!!