Ayer fuimos al concierto de Deluxe, en la sala Bikini de Barcelona. Fue un concierto genial, el grupo que tocaba se metió, en un nanosegundo a todo el público y a pesar de la sordera que llevo arrastrando todo el día y la ronquera que no se va…. Valió la penaaaaaaaaaaaa!!!!
Pero éramos 600 personas, estrujadillas, apretadas y sin apenas poder movernos (aprovecharon bien el foro) y claro está, entre aquella masa de gente una es consciente de los centímetros de altura que les faltan y sobran a las personas. Me sentía tan diminuta entre toda aquella gente… uf… incluso Joselillo desapareció de mi contacto físico y mi campo visual.
Hubieron momentos que sentí como si el aire me faltara y me generó cierta ansiedad verme “enterrada” entre toda la multitud…
Suelo evadirme cuando me siento atrapada entre tanta gente, es como si únicamente un reflejo de lo que soy permaneciera, igual que un holograma, y mi mente vuela y se evade.
En el concierto pasó algo así, en un momento dado en que lo comencé a pasar mal (tampoco ayudó mucho que me tocaran unos fumadores al lado), me concentré y se acabó! Seguía escuchando la música, disfrutando de las canciones y a salvo a asfixiarme entre la multitud.
Haciendo acopio de fuerza de voluntad, regresé hasta mi reflejo, volví a la materia…. Y para aferrarme a la realidad busqué a Jose, su contacto, pero duró poco, ya que en lo que pareció otra fracción de segundo volvió a escabullirse entre la gente.
En fin, mi reflejo disfrutó del concierto, mi espíritu se liberó y durante unos días permaneceré algo insonorizada….
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