jueves, 23 de diciembre de 2010
EL MITO DE EDIPO "EL DEL COMPLEJO"...
Edipo es el protagonista de una de las leyendas más conocidas de la mitología griega después de la Guerra de Troya. La historia tiene su origen en unos poemas épicos que no se han conservado.
Sin embargo, este personaje se hizo célebre sobre todo a través de la Tragedia Clásica. El mito pertenece al Ciclo Tebano y era llamado así porque todas las narraciones del mismo, estaban ligadas a la ciudad de Tebas.
La historia se remonta a Agenor, rey de Tiro. Éste, tenía una hija llamada Europa a la que Zeus raptó y sedujo convirtiéndose en toro blanco. Su padre, desconsolado, envió a sus hijos a buscarla. Uno de ellos, Cadmo, decidió consultar el oráculo de Delfos y allí se le indicó seguir a una vaca blanca que llevaba el signo lunar hasta que cayera agotada, justo en ese lugar debería fundar una ciudad. La vaca blanca le condujo hasta Beocia, donde fundó Tebas.
Instaurando la ciudad, Cadmo y su esposa Armonía envejecieron cediendo el trono a sus hijos. Y así fue como llegamos a Layo, nieto de Cadmo, que por su juventud no pudo subir al trono de Tebas y fue exiliado. Durante su camino encontró refugió en Élide, reinado de Pélope, quien le expulsó por encapricharse de su hijo e iniciarle en la homosexualidad. Pélope, también le maldijo prohibiéndole engendrar hijos, si lo hacía su hijo le mataría y se casaría con su madre.
Cuando Layo creció, consiguió finalmente el trono de Tebas y se casó con Yocasta. Con su matrimonio desobedecía la maldición de Penélope. Las cosas se complican aún más porque su mujer quedó encinta. Al nacer el hijo de ambos, decidieron temerosos abandonar al niño en la montaña. Cuando el niño nació, fue salvado por los pastores de Corinto, y le llamaron Edipo. Su nombre significaba “pies hinchados”, porque la correa que lo tenía atado le había hinchado los tobillos.
La Tragedia comienza cuando Edipo se convirtió en un apuesto joven y descubrió que de niño había sido abandonado. Sin pensarlo, acudió al oráculo de Delfos para descubrir sus orígenes, y tras conocer a sus padres, Layo y Yocasta, emprendió el camino a Tebas.
Durante el trayecto tuvo un altercado con un carruaje y tras un breve enfrentamiento, sin saberlo, mató a su padre y a su auriga (personaje que gobernaba los carruajes en las carreras del Circo).
Al llegar a las puertas de Tebas, Edipo se halló frente a la Esfinge. Un monstruo con busto de mujer y cuerpo de león que mataba a todos los que no acertaban sus enigmas. Tras
proponerle un acertijo, Edipo lo resolvió sin dificultad, y ésta, despechada, se suicidó. Vencida la Esfinge, los tebanos le acogieron como a un salvador, ofreciéndole el trono y la mano de la reina que había quedado viuda y que sin saberlo era su propia madre.
De esta unión incestuosa nacieron Eteocles, Polinices, Antígona e Ismene. Después la peste asoló la ciudad y el oráculo reveló que debía aparecer el asesino que había matado al rey Layo durante uno de sus viajes para que cesara la desgracia sobre Tebas. El nuevo rey, Edipo, decidió investigar el crimen y pronto descubrió que el asesino era él mismo, que sin querer había terminado con la vida de su propio padre.
El final, propio de una de las más célebres Tragedias, terminó con el exilio, la ceguera, y la muerte en Colona de Edipo. Yocasta, su madre y mujer, al conocer la relación que había tenido con su hijo, se suicidó.
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