miércoles, 12 de marzo de 2008
HATSHEPSHUP
Un poco de historia…
En el lejano Oriente, en la fastuosa civilización egipcia, una mujer destacó sobre todas las demás. No fue ni Cleopatra la griega, Nefertiti la bella o Nefertaria la favorita, la mujer con más influencia y poder Egipto.
La gran Faraón-mujer fue sin lugar a dudas HATSHESHUP, esposa del faraón Amenofis II que una vez difunto y para continuar en el poder, se desposó con su hijastro Amenofis III al que anuló, políticamente hablando, hasta el día de su muerte (y fueron muchos los años que vivió esta mujer).
Fue una Faraón (se hacía llamar así) que se representó en forma de esfinge y con atributos masculinos en muestra de su fuerza y poder. Se hizo construir un recinto funerario en estructura de terrazas, obra del gran arquitecto Imhoted, del que se dice vivió un apasionado romance.
Con ella crecieron las fronteras del imperio egipcio y sus arcas.
Y no sería hasta su muerte, que el frustado y anulado faraón Amenofis III, lograría su venganza… esta no fue otra que intentar destruir su recuerdo, mutilando los rasgos de todas aquellas representaciones (tanto cinceladas o esculpidas en piedra como en pintura) que la representaban. Así es como los egipcios deshonraban la memoria de los muertos y los condenaban al olvido eterno.
Pero no lo logró. Tampoco logró destruir todas sus representaciones. Y para nosotros fue todo un honor poder contemplar una de las esfinges de la gran Faraón-mujer Hatshepshup.
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