martes, 20 de julio de 2010

HERA / JUNO




Hera fue la hija mayor de Cronos y Rea. Era hermana de Zeus y a la vez su tercera esposa. Considerada mujer legítima de éste, ambos contrajeron nupcias, según la mitología, en el monte Ida en Frigia, y desde entonces en Grecia abundaron las celebraciones para conmemorar la unión de los dos dioses (también hay otras versiones que luego comentaré).

El amor de Zeus y Hera distaba mucho en el tiempo, antes de la boda. Se habían unido en secreto, cuando su padre Cronos aún reinaba. Según Homero, estos dos niños no tardaron en descubrir el amor clandestino, “se unieron en el lecho a espaldas de sus padres”, que dicho sea de paso, también eran hermanos. Zeus hizo el amor con Hera durante 300 años antes de la boda formal. Su lecho oculto era el río Imbraso. Sin fatigarse jamás, el mundo les era ajeno. Zeus aún no lo gobernaba durante esta desaforada infancia amorosa, tal vez fue el único momento de la relación en que Zeus le fue fiel. La boda sagrada se celebró, según algunos, en el“ Jardín de las Hespérides”, el lugar de la eterna primavera. Pero según Homero se celebraron en la cumbre del Ida o bien en la cumbre del Gargaro. Según la costumbre del dios, duraron nueve días con sus noches. La tierra hizo crecer para la ocasión un tapiz de flores espeso y blando que los elevó del piso, un lecho artificial que fue rodeado por una nube dorada para preservar la unión de los ojos ajenos.

Hera preside sobre los correctos preparativos del matrimonio y es el arquetipo de la unión en el lecho nupcial, pero no destaca como madre. Los legítimos descendientes de su unión con Zeus son Ares (dios de la guerra), Hebe (diosa de la juventud), Eris (diosa de la discordia) e Ilitía (diosa de los partos). Hera estaba celosa de que Zeus alumbrase a Atenea sin recurrir a ella (en realidad con Metis), así que engendró a Hefesto sin él. Hera estuvo entonces disgustada con la fealdad de Hefesto y lo expulsó del Olimpo. Según otra versión alternativa, Hera dio a luz sola a todos los hijos normalmente atribuidos a Zeus y a ella juntos, golpeando su mano contra el suelo, un acto solemne para los griegos.

Hefesto se vengó de Hera por haberle rechazado haciendo un trono mágico para ella que, cuando se sentó, no le dejaba levantarse de él. Los demás dioses rogaron a Hefesto que volviese al Olimpo para liberarla pero éste se negó repetidamente. Dioniso le emborrachó y le llevó de vuelta al Olimpo a lomos de una mula. Hefesto liberó a Hera tras recibir a Afrodita por esposa.
Los griegos pensaban que Hera protegía a las mujeres casadas y también al hogar. En Roma además se le veneraba como diosa protectora de la luz y de los partos bajo la denominación de Juno Lucina. (De aquí la derivación del término “alumbrar” o “ dar a luz”).

Su papel en los mitos será, muchas veces, el de una mujer celosa y vengativa ante los continuos romances e hijos ilegítimos de Zeus. Llegó incluso a preparar una conspiración, sin éxito, de todos los dioses contra él, y por este motivo, se le castigó a ser colgada desde el cielo atada con unas pulseras de oro en las muñecas y yunques en los tobillos.
La representaban junto a un pavo real y granadas. Las plumas de esta ave pasaban por ser la imagen de los ojos de Argos y eran a la vez símbolo de fecundidad. Las plantas que le estaban consagradas eran la granada, el lirio.

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